martes, 30 de junio de 2015

Relación de odio.

Yo me destruyo, tú me jodes.
Nadie lo hace como tú.
Recompongo el absurdo collage
con los trocitos de mi, de ti, de nosotros que has ido tirando.
Las sábanas huelen a odio,
la mañana huele a humo.
Y la noche sabe a fuego.
Besos que saben a sal
ojos homicidas
ahogamiento entre tus brazos,
quemazón con tus caricias.
Eres lo más tóxico que
me ha pasado nunca, amor
Eres mi dosis de arsénico diaria.

SURFISTA PUNK

Andar patizambo
decisiva mirada
acompañado de esa tabla de porex
y un bañador cualquiera.
Un hombre rana,
con un defecto de fábrica.

martes, 13 de enero de 2015

Escila et Caribdis

Huyo del sutil roce de tus manos,
escapando de mi adicción a ti
apartándome de recuerdos lejanos en vano,
abandono lo que un día sentí, lo que viví, lo que fui
lo que fuimos juntos, lo que ya no seremos
forjemos un telón de acero
para evitar recordar que aún te quiero,
que aún añoro tus labios
que como arrabio
queman aún sobre mi piel
soy aquél
que se desvive
que no sigue
porque se ha quedado
totalmente atrapado,
y no lo asimila,
atrapado,
entre Caribdis y Escila.


Oda a la ficción.

El recuerdo
de una vida paralela,
de la realidad,
acechando, observando.
Nos mira desde la tranquilidad
que le proporciona el mullido sofá
de la imaginación.

Bailando un tango
entre la línea que separa
los dos mundos.
Bailar siempre ha resultado peligroso.

Siempre vas a decidirte por la ficción
Siempre vas a escogerla a ella,
siempre primará ese amor platónico
que sentimos por la imaginación.

Falta.

Nos falta el valor
de agarrar el alambre de espino
con las manos,
de luchar a pesar del dolor.

La satisfacción de haberlo intentado, 
hasta el último respiro, 
hasta los estertores de la muerte.
La satisfacción
de morir con orgullo.

No sucumbir,
no lamentar. 
Vivimos poco y con miedo,
con miedo a tener miedo
escondiéndonos,
huyendo de la amenaza.

Encontraremos el punto
en el que liberarnos del miedo.
Unidos.

El quejido de un alguien.

El miedo
a la emboscada
de un folio en blanco.

El grito ahogado
al aceptar la derrota.

El afilado filo
del puñal de la traición

El dolor incesante
del garrote de la verdad

El amargo sabor
del rencor

El edulcorado olor de la venganza.

TODO.

Un abrazo, un beso
un todo. Tus caricias.
El sentir que tus labios 
no han abandonado los míos, 
del todo.

Recobrar el sentido
y perderlo...
de nuevo.

El olor a café por la mañana
el despertar y sentirte
vivo.

El caer para volver
a levantarte

El ahora, sin pensar
en el porvenir, sin lamentar
el pasado.